La alcaldesa de Motril, Luisa García Chamorro, y el teniente de alcalde de Urbanismo, Antonio Escámez, han inaugurado esta mañana la escultura dedicada a la mujer mondera que se ha instalado en la rotonda de entrada a la ciudad por la avenida de Europa. La escultura, que se ha concluido para las fiestas de agosto, no ha tenido ningún coste para las arcas municipales -tal y como ha destacado García Chamorro-, ya que ha sido sufragada por los promotores de dos sectores colindantes a la glorieta, con cargo a los costes de urbanización, en los que también se ha incluido la propia rotonda.
García Chamorro ha señalado que la ciudad “tiene que mirar al futuro, pero sin olvidar su pasado” y ha incidido en que “Motril es azúcar”. La alcaldesa ha detallado que la figura “mira hacia la vega y habrá que ir recuperándola poco a poco”. García Chamorro ha destacado el importante papel jugado por la mujer en la historia y en la economía en general y el trabajo desempeñado por la mujer en la zafra en la recolección del azúcar, “un trabajo duro en la época de la monda”, ha dicho la alcaldesa, para quien: “Es lógico reconocer a esas mujeres, muchas de las cuales aún viven en Motril y seguro que se sienten reflejadas en esta estatua”.
La alcaldesa ha explicado también que los futuros proyectos relacionados con el azúcar se van a desplazar hacia la zona sur de Motril y se ha emplazado para finales de año para poder anunciar que se inician actuaciones en la Fábrica del Pilar para la construcción del futuro Museo del Azúcar, algo que, a juicio de García Chamorro, marcará un antes y un después.
El teniente de alcalde de Urbanismo, Antonio Escámez, ha destacado la importancia de “darle a Motril colorido, como ciudad del azúcar que ha sido” y ha afirmado que la escultura rinde homenaje a los trabajadores de la producción agrícola y azucarera, “de la que ha vivido durante siglos”. Escámez ha anunciado que la próxima escultura rendirá homenaje a “la gente de la mar”, la otra parte del sector primario en el que se ha sustentado el desarrollo de la ciudad.
El concejal de Cultura, Miguel Ángel Múñoz, ha manifestado que la estatua poner en valor el “patrimonio inmaterial” de Motril y “la historia vivida y contada” de la ciudad. Muñoz ha defendido este tipo de iniciativas no solo para recuperar la memoria del municipio, sino para resaltar el papel de la mujer, y en especial de la mujer mondera, en el desarrollo de Motril. Por su parte el autor de la obra, José Antonio Castro Vílchez, ha explicado que su inspiración le vino dada por unas fotografías de distintas épocas, porque “sabía lo que era la zafra, pero desconocía la cantidad de hombres y mujeres que trabajaban allí”, ha dicho.
La escultura reivindica el papel de la mujer en la historia de Motril y de la industria del azúcar, donde la tarea de limpiar la caña de azúcar era una tarea esencialmente femenina. La recolección azucarera reservaba a los hombres las labores de cortar y transportar las cañas, mientras las mujeres se dedicaban a mondar el tronco de la caña. La organización de las tareas por cuadrillas de trabajo hizo posible que familias enteras se empleasen en la zafra, al ofrecer trabajo tanto para hombres como para mujeres.
