La alcaldesa de Motril, Luisa García Chamorro, acompañada por el teniente de alcalde de Gestión de Infraestructuras, Nicolás Navarro, ha dado a conocer la inminente puesta en marcha del Centro de Arte José Hernández Quero. “Un museo ubicado en la Casa palaciega Ruiz de Castro -actualmente en rehabilitación- que será una referencia cultural en toda la provincia, tanto por la calidad del legado que albergará, obra del genial artista granadino, como por lo emblemático del edificio en el que se instala, que es uno de los pocos ejemplos de arquitectura civil palaciega que se conservan en Motril”.
García Chamorro ha indicado que la segunda fase de restauración de este edificio cuenta con una inversión cercana al millón de euros que estará lista para marzo, “y viene a sumar una nueva infraestructura cultural a la ciudad que da continuidad al esfuerzo del Gobierno municipal por la recuperación del patrimonio histórico local”, ha señalado la alcaldesa quien ha recordado a este respecto que este esfuerzo ha quedado patente en proyectos como la urbanización sur de la fábrica del Pilar, la rehabilitación de la nave del almacén de Azúcar dentro de este mismo conjunto, la rehabilitación de la casa Garcés Herrera -que actualmente alberga el Museo de historia de la Ciudad-, o la remodelación del entorno de la iglesia mayor de la Encarnación, al que se ha integrado ahora la también reordenación de la plaza de la Libertad.
“El Centro de Arte José Hernández Quero abunda en este propósito y a su vez pretende dar a conocer la obra de uno de los artistas granadinos más destacados de la segunda mitad del siglo XX. Pintor, escultor y grabador, Hernández Quero tiene obras expuestas en las principales pinacotecas de nuestro país como el Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía o el de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando”, ha expresado la alcaldesa.
Además de su obra, Hernández Quero ha donado a la ciudad su biblioteca y su colección particular, que también se expondrá en este centro de arte, donde resaltan obras de Alonso Cano, Rodríguez Acosta, Ángeles Ortiz y un boceto de Gabriel Morcillo.
Por su parte, Navarro ha detallado las características técnicas del proyecto que incluye una distribución en tres plantas. En la baja se ubicaría el acceso, la oficina de venta de entradas y publicaciones y la sala de exposiciones temporales y actos culturales, mientras que en la primera planta se situará la colección permanente de Hernández Quero, con una sala especial dedicada a mostrar la obra gráfica (grabados). La segunda planta estará ocupada por el archivo y biblioteca del autor.
“La puerta de acceso, que será por el lateral junto al mercado municipal, contará con la particularidad de estar fabricada en bronce con un acabado en bajorrelieve representando el grabado del artista ‘Señora tumbada’”, ha explicado el responsable de Gestión de Infraestructuras.
El proyecto ha sido redactado por los arquitectos municipales José Luis López Siles y Francisco Moreno Martínez. Una vez concluida la primera fase de las obras en la que se consolidó la fachada, ahora se readaptará el espacio interior en torno al patio central que será el protagonista del nuevo equipamiento cultural. Un patio singular que será un cubo de cristal traslúcido y que inundará de luz todo el museo.
La Casa conocida como Casa de Ruiz en la calle del mismo nombre perteneció a una importante familia motrileña, los Ruiz de Castro, de los que tenemos noticias certeras desde al menos la segunda mitad del siglo XVII. Es seguramente esta la cronología de su construcción, porque ya en esa época los Ruiz de Castro acaparaban una serie de cargos administrativos, eran regidores y aparecen como aviadores del ingenio del Trapiche, propiedad en esas fechas de la Compañía de Jesús.
De los siglos de esplendor de esta saga nos ha quedado hoy la Casa-Palacio de Ruiz de Castro. Su fachada con tres cuerpos de altura es de estilo Neoclásico, interpretado como una vuelta al orden después de los excesos del Barroco, es muy austera, austeridad puesta de manifiesto en la distribución de ventanas y balcones adintelados y sin decoración excepto la rejería de forja. No obstante hay en ella dos guiños a la arquitectura tradicional granadina como son la típica galería de arcos de medio punto entre pilastras toscanas de la última planta y el marco de piedra de Sierra Elvira de la puerta principal. Por último es muy reseñable en el exterior del palacio el curioso balcón de la esquina que da al Señor de Junes, hoy parcialmente cerrado, cuyo parteluz es una columna de piedra rojiza de orden toscano.
El interior se articula sobre un patio central cuadrado adintelado de reducidas dimensiones y sostenido por columnas de mármol negro sobre basas y plintos poliédricos de piedra rojiza que en su lado Sur da acceso a la planta superior a través de una escalera de rincón de mármol blanco.
Por su parte el artista José Hernández Quero ha mostrado su satisfacción y orgullo por poder legar su colección y biblioteca a la ciudad de Motril, “es un honor ceder todas estas piezas que son tan queridas para mí, a las que sumo una amplia biblioteca que ha formado parte fundamental en mi vida”.
TURISMO MONUMENTAL PARA COMBATIR LA ESTACIONALIZACIÓN
La alcaldesa de Motril ha subrayado la relevancia que está adquiriendo la ciudad como enclave para disfrutar de un turismo “monumental”, en clara sintonía con los objetivos que nos hemos marcado para afrontar esta feria del turismo, que son la apuesta por nuestros elementos singulares como valor diferencial con el que consolidar el destino y la oferta destinada a perfiles concretos de visitantes que logren la desestacionalización y el impulso de un turismo estable y de calidad”.
“Todos los elementos de la originaria Casa Ruiz se han conservado y recuperado fielmente, tales como la forja de la fachada, la solería de mayor valor que estará en el patio central y las columnas del patio con vistas a mantener el carácter del palacio”, ha reseñado la alcaldesa, quien ha puesto de manifiesto el valor de este minucioso trabajo que permitirá disfrutar de la Casa Ruiz casi tal y como fue en su momento. Se conservarán igualmente todos sus arcos, los acabados de las rejerías y las reproducciones de marquetería para completar la colección de edificios históricos del centro de la ciudad como la Casa Condesa, el teatro Calderón o el Museo de Historia, entre otros”.