La resistencia, la constancia y, sobre todo, el fondo de los atletas son las claves que lleven a estos a coronar el Alto del Conjuro, a más de 700 metros sobre el nivel del mar y tras 17 kilómetros de los que gran parte son pronunciadas pendientes. Una prueba dura pero tan atractiva que no pocos atletas de rango nacional han participado en ella, en algún momento de su historia, y que tras el paréntesis del pasado año vuelve con fuerza en este 2021, en su XXII edición. El concejal de Deportes del Ayuntamiento de Motril, Daniel Ortega, relataba “la ilusionante apuesta del Pazito a Pazito, porque la subida es todo un reto de superación personal para quienes deciden enfrentarse a ella, debido a la dificultad y el cambio de altitud tan acusado”. El edil de deportes, alabó la trayectoria e implicación del club motrileño “que no solamente motiva a sus socios, sino que sirve de inspiración para cientos de atletas y corredores motrileños”. El Ayuntamiento de Motril se ha volcado a la hora de apoyar una carrera “de la que nos sentimos extraordinariamente satisfechos”, rubricaba Daniel Ortega.
El recorrido, con ser mayoritariamente dentro de las fronteras geográficas de Motril, se adentra en territorio de dos términos municipales más: Gualchos-Castell de Ferro y Lújar, que es donde concluye la prueba. Este carácter intermunicipal “es un atractivo para la participación de corredores de muchos puntos de la costa y, además, es un recorrido espectacular y único”, decía la presidenta de la Mancomunidad de Municipios de la Costa, María José Sánchez, quien felicitó a la organización “por ilusionar tanto a los atletas y convertir la Subida al Conjuro en todo un acontecimiento”.
Desde la organización más directa, la del propio club, Juan Martín Alcalde animó a la totalidad de los corredores locales a aventurarse en la prueba: “es cierto que es dura, pero la amplitud de los tiempos de cierre permite que los participantes puedan aliviarse en tramos a trote e incluso andando, porque somos muy conscientes del impresionante desnivel y de su dureza, pero merece la pena”. Juan Martín destacó el esfuerzo del club, arropado por un buen número de entidades y empresas colaboradoras, “que sólo pretende hacer cosas llamativas en Motril, apoyar al máximo al atletismo y seguir impulsando el amor por este deporte”. De manera especial, quiso simbolizar en esta prueba el recuerdo a los consagrados atletas José Manuel Misas Barba y Manuel Cardona; un recuerdo que constará al destacarse esta Subida al Conjuro como Memorial “El Maestro” y “Tite Lolo”.
Y para que los participantes recuperen el tono muscular, tras el agotador ascenso al entorno del Pico, habrá un avituallamiento final con chocolate y churros.