Medio Ambiente

El estado medioambiental del municipio se ha evaluado distinguiendo en tres las unidades funcionales del mismo: los núcleos urbanos, el medio rural y los espacios naturales y, analizando la problemática específica de cada una de ellas. En el caso de los núcleos urbanos: la contaminación por desechos y residuos, la contaminación atmosférica y la contaminación acústica; en el caso del medio rural: la desertificación, la agricultura bajo plástico, la contaminación por desechos y residuos y la explotación de áridos y; en el caso de los espacios naturales: la desertificación, la problemática del litoral y los acuíferos La desertificación se produce por la degradación de la cubierta vegetal y responde a dos causas principales: los incendios forestales y los cultivos marginales. Los incendios forestales son una problemática que no se ha dado en Motril, mientras que los cultivos marginales, que son aquellos que están o han estado bajo un régimen de explotación agrícola carente de vocación o utilidad en parcelas cuyo uso es: suelo con abancalamientos sin cultivo o suelo con matorral, se localizan en la zona norte del municipio y provocan un importante problema de arrastre de material hacia cotas inferiores, donde existen núcleos urbanos. Existe un problema medioambiental grave generado por los desechos y residuos ubicados en los vertederos de la Nacla, tanto en el antiguo vertedero de residuos urbanos, hoy sellado, como en el de residuos agrícolas orgánicos situado junto a él, ya que debido a la descomposición de la materia orgánica y a las lluvias que caen sobre ellos, producen lixiviados que contaminan los suelos y subsuelo. En el caso del antiguo vertedero urbano, dado que una gran parte de la materia se encuentra envejecida y descompuesta, el valor de emisión de estos lixiviados es bajo, mientras que en el caso del vertedero de materia orgánica agrícola, los residuos son recientes y están en proceso de putrefacción, por lo que presentan riesgos añadidos de emisión de metano y posibilidad de ignición. La contaminación atmosférica, analizada en función de la medición de cinco contaminantes presentes en el aire: partículas en suspensión, dióxido de azufre, dióxido de nitrógeno, ozono y monóxido de carbono; pone de manifiesto que las causas de degradación atmosférica son el nivel de ozono y el nivel de partículas en suspensión, con presencia de valores de ozono similares a los valores medios de Madrid o Barcelona. Las zonas de contaminación acústica se producen fundamentalmente por la concentración de elementos generadores de actividad y en ellas se identifican tres focos importantes de ruido continuo: el tráfico, la actividad industrial y los puntos de ocio nocturno. Si distinguimos por zonas, se observa una situación acústica caracterizada por: la existencia de ruido debido a la densidad de la trama urbana, pues sólo aquellas tramas esponjadas cumplen con la ordenanza de ruidos; la existencia de ruido debido a la concentración de actividades y; una presencia generalizada de contaminación por ruido de tráfico en todas las zonas. La agricultura intensiva bajo invernadero es un recurso de gran peso para la economía municipal, pero genera una problemática de gran calado: riesgos geológicos por inundaciones y deslizamientos de laderas, degradación de los recursos naturales del agua y el suelo e, impactos ambientales sobre el paisaje y los ecosistemas, estos tres últimos provocados por la sobreexplotación a que se somete el suelo y por el mal uso de fertilizantes y productos fitosanitarios. El árido que se extrae tanto en la cuenca del Guadalfeo como en los llanos de Carchuna se utiliza fundamentalmente como enarenado para soporte de las explotaciones agrícolas. Esta producción presenta como principal impacto el relleno de excavaciones una vez acabados los procesos de extracción, pues no siempre se garantiza la compatibilidad de los rellenos vertidos con la estabilidad de los acuíferos. El litoral presenta una problemática caracterizada por tres procesos: la inestabilidad y la degradación de sus condiciones medioambientales y de ordenación. Debido a la inestabilidad litoral, playa Granada presenta una fuerte regresión que hará que la arena desaparezca en un plazo de 9-10 años; playa de Poniente se encuentra al máximo de su capacidad de llenado por lo que de momento está estable aunque dejará de estarlo en un plazo de 25-30 años; la playa de las Azucenas acaba de verse afectada por la ampliación del dique de Poniente del puerto por lo que la mitad occidental ha desaparecido y la mitad oriental se encuentra en retroceso progresivo; la playa de Torrenueva presenta un grave problema de pérdida de material y, durante los temporales, fenómenos de rebase que en ocasiones han sido catastróficos; la playa de Carchuna se caracteriza por una continua regresión de ciclo entre de 8 a 10 años y; la playa de Calahonda presenta un ciclo de regresión de 25 a 30 años. Los Problemas Medioambientales surgen por la implantación del cultivo intensivo bajo invernadero y la ausencia de infraestructuras que lo hagan compatible con la calidad ambiental. Y los problemas de ordenación del litoral, por los incumplimientos de legislación y normativa urbanística y, por la ausencia de tratamientos de caracterización en las playas. Los acuíferos se encuentran en un momento de transición, la información existente hoy no sirve para previsiones a largo plazo, ya que en el momento que se termine la presa de Rules el agua para consumo humano y agrícola quedará garantizada en la cuenca y se producirá una disminución en el volumen de las extracciones, que hará que se modifique el balance hidráulico. De momento, los acuíferos de Motril-Salobreña y el de Carchuna, presentan unos recursos estimados entre 150 y 300 hm3/año (con una capacidad de explotación entre 20 y 40 hm3/año) y, alrededor de los 10 hm3/año, respectivamente. La calidad de las aguas es, en el caso de Motril-Salobreña, inadecuada para consumo humano y aceptable-buena para uso en agricultura y, en el caso de Carchuna, inadecuada para consumo humano y mediocre para su uso en agricultura.
– La falta de suelos estables, la existencia de procesos de desertificación y las transformaciones agrícolas provocan el arrastre de árido hasta los núcleos de Calahonda, Carchuna y Puntalón. – La gestión de desechos y residuos no está resuelta. – El litoral tiene un gran potencial de desarrollo, bien como elemento estructurador del sistema de espacios libres, bien como elemento de atracción sobre el que basar una oferta turística básica de sol+playa que se complemente con otros atractivos. Es un valor que Motril, como municipio costero posee y, que en la actualidad se concreta en el desarrollo del 46’2% de su frente de 12.691 metros: en aquellas playas que se sitúan delante de las zonas urbanas, despreciando los áreas rurales cuyo ambiente se encuentra degradado. – Se está produciendo una importante transformación del paisaje, de carácter fuertemente antrópico y con ausencia de medidas de control debido a la implantación masiva de cultivos bajo invernadero, en este sentido, la Vega Vieja y las laderas de Minasierra son, aun, unidades ambientales de gran impronta paisajística donde se mantiene el equilibrio entre la actividad productiva y la calidad ambiental. – Los acuíferos se encuentran en un periodo de transición en cuanto a su balance hidrológico se refiere, pues la finalización y llenado de la presa de Rules modificará tanto las aportaciones de las que se nutren como el volumen de las extracciones que se le practican. – La trama urbana no está ni concebida, ni preparada para soportar las concentraciones de actividad que sobre ella se producen.
El municipio presenta una situación general caracterizada por: – La existencia de ambientes naturales de gran valor ecológico, degradados por la capacidad transformadora de la agricultura bajo invernadero y la industria, como actividades económicas. – La sobreexplotación, con ausencia total de planificación, del medio rural, dada la rentabilidad del suelo como soporte de la producción agrícola. – La saturación, dada su obsolescencia ante las actuales necesidades de transporte y desplazamiento y su inadecuación frente a las nuevas exigencias sociales de salubridad, de la trama urbana. BASE 6. PROMOVER EL EQUILIBRIO AMBIENTAL DE LAS DISTINTAS UNIDADES FUNCIONALES DEL TERRITORIO.