Introducción

Los Planes Generales de Ordenación Urbanística se definen en la Ley Andaluza (Ley 7/2002) como instrumentos que en cada caso planifican el territorio a partir del diagnóstico de sus características, la detección de sus demandas y el modelo de ciudad del que quieran dotarse sus vecinos y sus responsables políticos, para ello han de disponer de contenidos de carácter informativo y de diagnóstico descriptivo y justificativo adecuados al objeto de la ordenación y a los requisitos de la Ley, en función de la caracterización del municipio y que posibiliten la elección del modelo y soluciones de ordenación que mejor aseguren la consecución de los objetivos sociales y políticos y den respuesta a las demandas y necesidades de la población. Bajo estas premisas, en el proceso de la Revisión del PGOU, iniciada en agosto del año 2002, se ha procedido técnicamente al estudio y conocimiento de las diversas y múltiples variables que caracterizan y definen el término municipal, como proceso lógico para determinar su situación en todos los aspectos que tienen influencia en el desarrollo social cultural y económico de la población. La participación pública, a lo largo del proceso, se ha considerado un elemento esencial para evitar una concepción estrictamente profesionalista del planeamiento urbano y concluir la formulación bajo la conjunción de criterios técnicos, opiniones y demandas del tejido social y político del municipio. La metodología seguida ha introducido novedades respecto al procedimiento clásico, incorporando paralelamente al trabajo técnico de elaboración de la Información, la participación pública, recogiendo, a través de la Oficina del Plan General, las sugerencias de ciudadanos y de colectivos que mostraron interés en el proceso. Este procedimiento permitió presentar públicamente una propuesta de Avance con alternativas que ya incorporaban a las conclusiones del Análisis las inquietudes e intereses manifestados por la población. Para la elaboración por el equipo técnico del Análisis y Diagnosis se ha seguido el método sectorial tradicional procediendo posteriormente a un reagrupamiento funcional que facilitara la definición de Bases para, a partir de ellas, obtener los Objetivos y las acciones o propuestas, denominadas Estrategias, para conseguirlos. Definidos los objetivos, la propuesta de modelo territorial y de modelo de ciudad se presenta como el paso siguiente, siendo éste la plasmación final del proceso a seguir. La memoria se estructura para seguir un proceso lógico y de entendimiento de la propuesta, incorporando un primer documento resumen del Análisis y la Diagnosis y las Bases asociadas a cada sector analizado. A continuación se incorporan los objetivos definidos para cada una de ellas, terminando finalmente en la Propuesta de Ordenación.